Llega la noche, y como ya es una monótona rutina,
los compañeros y compañeras de trabajo se retiran a sus hogares,
ellos no lo saben, pero para mi es una odisea.
Ceno una arepita con revoltillo y un vaso de agua,
luego llamo a mi señora, y converso con ella un rato,
cosas cotidianas, asuntos domésticos, cosas del día a día.
Entonces al colgar me doy cuenta que de pronto y sutilmente,
ella se ha instalado a mi lado! Otra vez tu aquí!
Pasa imperceptible y silenciosa, muy dentro de mi yo ya la esperaba,
se escurre entre mis huesos y una vez dentro, usando de mis memorias,
comienza su lúgubre juego de todas las jornadas.
Inicia con suavidad a escarbar en lo profundo de mis querencias,
que en este momento son el vinculo mas fuerte para mantenerme cuerdo,
toma un preciado recuerdo y lo presenta como un bocadillo irresistible.
Lo tomo en mi conciencia haciéndolo presente,
saboreo sus dulces o amargos instantes, segundo a segundo,
revivo el momento, y entonces solo entonces lloro en silencio.
Son momentos de Reflexión, de Oración y de profundos sentimientos,
de los cuales salgo fortalecido y lleno de paz y esperanzas.
Llega entonces a la memoria el siempre presente momento,.......
Tranquilo, Edgar, Tranquilo, Esto también pasara!!
Hola Soledad, Gracias por estar aquí.