Aquella mañana,
al ver tu rostro por primera vez,
mi vida dio un giro total,
y entonces me di de cuenta,
que había tomado la decisión correcta.
Había deseado tanto tenerte,
que ese día mi corazón
salto de alegría y gozo!
latiendo enérgicamente.
Ya han pasado los años
y ese recuerdo sigue vivo en mi memoria.
Eres mi orgullo y mi mayor consuelo.
Eres mi alegría y mayor anhelo.
Que feliz me hace verte sonreír, y que triste me pongo cuando te veo sufrir, mi corazón late desde ese día junto al tuyo, lo que tu sientes lo siento yo. Y a pesar de la distancia y el silencio, donde estés tu allí estaré yo...... y que mas se puede esperar? soy tu Padre y nunca, nunca te dejare de Amar.
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