domingo, 12 de enero de 2014

¿ADONDE VAN?

¿adónde van las palabras que no se quedaron?
¿adónde van las miradas que un día partieron?
¿acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón?
¿o se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor?
¿acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar?

¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van?

¿en qué estarán convertidos mis viejos zapatos? 
¿a dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol? 
¿por dónde están las angustias, que desde tus ojos saltaron por mí? 
¿adónde fueron mis palabras sucias de sangre de abril? 
¿adónde van ahora mismo estos cuerpos, que no puedo nunca dejar de alumbrar? 

¿acaso nunca vuelven a ser algo? 
¿acaso se van? 
¿y a dónde van? 
¿adónde van? 

¿adónde va lo común, lo de todos los días? 
¿el descalzarse en la puerta, la mano amiga? 
¿adónde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer? 
¿adónde va el mantel de la mesa, el café de ayer? 
¿adónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar? 

¿acaso nunca vuelven a ser algo? 
¿acaso se van? 
¿y a dónde van? 
¿adónde van?





Hoy me encontré de nuevo con esta bella canción de Silvio. No se por que pero me llega asta el alma, y remueve en mi muchas preguntas, preguntas sin respuestas que constantemente giran en mi mente. Creo muy profundamente que existe Dios y que nos tiene preparada una vida eterna después de este transito, solo que no sabría explicarlo en blanco y negro. Pero ante la insistente pregunta de ¿A donde van? la respuesta es personal. Uno mismo en su diario batallar, va creando el camino que lo llevara o alejara de la meta. Con las decisiones que tomamos, con las actos que hacemos, con las palabras que proferimos y hasta con los pensamientos mas íntimos, vamos construyendo ladrillo a ladrillo el camino que recorremos. Así que la decisión es nuestra.......

Coloquemos, en la medida de lo posible, solo buenos ladrillos en nuestro sendero.



lunes, 6 de enero de 2014

Un Bolívar ....... ¿Arrecho?

La vida aveces nos confronta con situaciones que van de un extremo a otro, resulta penoso y hasta depresivo ver como nos vamos a los extremos, personas que antes se juraron amarse hasta la muerte, y ahora se la desean mutuamente, Amigos que se prometieron lealtad y hoy se traicionan mutuamente. Gente que pasa indiferente ante los sufrimientos y penas de sus congéneres.

Son tantos los casos a los que puedo hacer referencia, que este espacio seria insuficiente,
¿Que nos esta pasando? ¿A donde quedaron los valores y las virtudes?
Hemos crecido en conocimientos, se han derrotado las supersticiones y los mitos, las leyendas quedaron para entretener a los niños o como un recuerdo vago del oscurantismo y los conocimientos están al alcance de quien los quiera. Pero todo eso no no nos hace mejores, hemos sufrido un atarazo inconmensurable en lo que a la practica de verdaderos valores se refiere. La moral, la piedad, las virtudes y la solidaridad quedaron atrás, son cosas de gente débil e ignorante.

Recientemente, en un recorrido que hacia por la bella población de La grita, Capital del Municipio Monseñor Jauregui del estado Tachira, me encontré con un monumento bello pero... un tanto "Extraño" por así decirlo, se trata de una representación ecuestre de nuestro Libertador Simón Bolívar. Dicha estatua, nos muestra al Caraqueño sobre un brioso corcel que a galope lo lleva en una carga de caballería. en el conjunto escultórico se destaca el gesto en el rostro de Simón; los ojos desorbitados, los cabellos revueltos por el viento, y su boca abierta en un grito sordo y sostenido. Cuando lo vi, me quede atónito y lo primero que se me vino a la mente fue la certeza de que.......   ¡Bolívar esta arrecho!

Tome una cuantas fotos y como es habitual en estos tiempos para subirlas al "FACEBOOCK" Y seguí paseando por la población, mientras me preguntaba ¿Porque estaría enojado Simón?. Todo eso no hubiera pasado de esa anécdota, pero al cruzar la esquina de la basílica del Espíritu Santo....... Mis ojos se toparon con un espectáculo demencial. Mientras los chóferes hacían sonar las bocinas de sus coches y los peatones pasaban apresurada mente, Un Hombre de unos treinta y tantos años, a toda vista impedido de sus funciones locomotrices, se arrastraba por el pavimento, tratando se subir su vieja y desvencijada silla de ruedas a la acera, Sus ojos denotaban la calma de quien ya se ha acostumbrado a vivir a diario esa vergüenza, mientras los demás ignoraban premeditadamente ese espectáculo volcando hacia otro lado su atención.

Corrí presuroso y le ayude, su rostro se mostró agradecido y sus ojos brillaron por un momento mientras le ayudaba. En ese preciso instante el mundo pareció detenerse a nuestro rededor, las miradas de la gente se posaron sobre mi, había algo en el gesto de los demás que reprochaba mi conducta, total había roto una de las reglas tacitas de esta sociedad.... Había mostrado un gesto de humanidad hacia un compañero de viaje menos afortunado, y aquello no se podía tolerar, el repudio en sus miradas así me lo demostraba.

Fue entonces cuando mi entendimiento se percato, había tardado una eternidad en descifrar el mensaje, que plasmado en el mármol y bronce de la plaza se me fue entregado, la pregunta que flotaba en mi cerebro obtuvo al fin su respuesta, aquella sensación fugaz, momentánea de saberse poseedor de algo que los demás ignoran, cedió ante la grandeza de la revelación. pero al fin había comprendido y me percate del porque y con quienes estaba arrecho Bolívar.


Felices sueños para Todas y Todos, y Ojala que mañana de verdad logremos ser dignos de las Bendiciones de Dios.