miércoles, 12 de marzo de 2014

70 Días


Sigo solo,
Atrapado, desolado, 
Con la esperanza de volver,
Esperando la oportunidad.



Como yo hay muchos, 
Que lejos están,
De sus casas y de los suyos,
Angustiados por la espera.



Cuanto ansio,
Los abrazos y cariños, 
De mi esposa y de mis hijos,
Pero el destino me tiene lejos.



Solo me queda esperar,
Con la firme convicción, 
De que esto, 
También pasara.


A lo largo de estos 70 días, me he percatado de que como yo, hay también muchas personas, que en estos momentos viven situaciones muy similares a la que estoy atravesando. Me he encontrado con familias enteras sufriendo la angustia de no poder retornar a sus hogares; A padres de familia que se han tenido que quedarse a la espera de que abran un paso en la carretera, para así poder regresar; A cantidad de pasajeros que no consiguen un bus o carro por puesto, que los traslade a sus lugares de origen.  ¿Que nos esta pasando? ¿En que nos estamos convirtiendo?. Nosotros los Venezolanos nos somos violentos, ni mucho menos rencorosos. Somos un pueblo amable y pacifico, nos gusta la alegría y en cualquier situación por muy apremiante que sea, hemos sido capaces de reír y buscar el lado bueno de todo. Inclusive en los momentos mas duros del tristemente celebre Caracaso, hace ya 25 años, hubieron personas dispuestas a ayudar a los demás. Pero; lamentablemente, hoy un grupo muy pequeño, se ha dedicado durante los últimos 28 días a generar caos y zozobra en nuestro país.  ¿Quienes son? ¿De donde vienen? ¿Que buscan o quieren? Ya a estas altura no sabría decirles, pero si de algo estoy seguro es que Humanos, no son, y no encuentro palabras que puedan describirles. Detener un bus para encenderlo en llamas después, o destruir e incendiar la casa de una humilde familia, son actos que escapan a cualquier ejercicio de la razón. Secuestrar a comunidades enteras, al no permitir la libre circulación es algo inconcebible. Negar el paso hacia un centro medico, a una ambulancia que trasporta un herido, es inhumano...... Conversando con un buen amigo, tocamos este tema y ambos coincidimos en que todo esto es sencillamente el producto de una posesión diabólica, porque solo personas que se encuentren bajo una total y absoluta influencia demoníaca, son capaces de generar tanto mal. Solo nos queda Orar y clamar al Señor. Por este país y nuestra gente, para que los sediciosos retomen la cordura y vuelva a imperar el sentido común, la paz y la Razón.  Dios nos bendiga a Todas y Todos.

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