domingo, 24 de noviembre de 2013

El Sol

Aquella mañana, 
al ver tu rostro por primera vez, 
mi vida dio un giro total,
y entonces me di de cuenta,
que había tomado la decisión correcta. 

Había deseado tanto tenerte, 
que ese día mi corazón 
salto de  alegría y gozo! 
latiendo enérgicamente.

Ya han pasado los años
y ese recuerdo sigue vivo en mi memoria.
Eres mi orgullo y mi mayor consuelo.
Eres mi alegría y mayor anhelo.



 Que feliz me hace verte sonreír, y que triste me pongo cuando te veo sufrir, mi corazón late desde ese día junto al tuyo, lo que tu sientes lo siento yo. Y a pesar de la distancia y el silencio, donde estés tu allí estaré yo...... y que mas se puede esperar? soy tu Padre y nunca, nunca te dejare de Amar. 

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